Menos niños en prekínder: una alerta silenciosa para el futuro educativo de Chile
La preocupante baja en las matrículas de educación parvularia en Chile podría tener efectos duraderos en el desarrollo escolar y social de los niños. Más allá de los números, expertos advierten sobre el riesgo de futuras deserciones, brechas de aprendizaje y desigualdad. ¿Qué está provocando esta tendencia y por qué debería importarnos a todos?
La disminución en las matrículas de educación preescolar en Chile, especialmente en niveles como pre-kínder (NT1), ha generado preocupación entre expertos y autoridades. Este fenómeno, que se ha intensificado en los últimos años, tiene múltiples causas y podría tener consecuencias significativas para el desarrollo infantil y el sistema educativo en general.
¿Qué está ocurriendo con las matrículas en preescolar?
Según datos recientes, la matrícula oficial en educación parvularia cayó un 2,9% respecto al año anterior, totalizando 710.934 niños y niñas en 2024. Desde 2019, el sistema ha perdido más de 105 mil matrículas, una tendencia que preocupa a especialistas y autoridades.
¿Por qué están bajando las matrículas?
- Baja natalidad
Chile ha experimentado una disminución sostenida en su tasa de natalidad, lo que se traduce en menos niños en edad de ingresar a la educación parvularia. Este fenómeno demográfico afecta directamente las matrículas en niveles iniciales.
- Impacto de la pandemia
La pandemia de COVID-19 provocó interrupciones en la educación y cambios en las dinámicas familiares. Muchas familias optaron por mantener a sus hijos en casa, y algunas aún no han reincorporado a sus hijos al sistema educativo formal.
- Factores económicos
El aumento del desempleo, especialmente femenino, ha llevado a que más niños permanezcan en casa al cuidado de sus madres o adultos cuidadores, reduciendo la demanda por educación preescolar.
- Percepción de la educación inicial
Existe una percepción en algunas familias de que la educación preescolar no es esencial, lo que disminuye la prioridad de matricular a los niños en estos niveles.
¿Qué riesgos implica esta tendencia?
- Deserción escolar futura
La falta de incorporación temprana al sistema educativo puede aumentar el riesgo de deserción en etapas posteriores, ya que los niños no desarrollan hábitos y habilidades fundamentales desde pequeños.
- Desigualdad en el desarrollo infantil
La educación inicial es crucial para el desarrollo cognitivo, emocional y social. La falta de acceso puede profundizar desigualdades, especialmente en contextos vulnerables.
- Impacto en la equidad de género
La baja cobertura en prekínder refleja una deuda con la primera infancia y una barrera estructural que limita la autonomía de las mujeres, profundizando desigualdades de género.
¿Qué se puede hacer?
- Campañas de concientización: Informar a las familias sobre la importancia de la educación inicial para el desarrollo integral de los niños.
- Apoyo económico: Implementar subsidios o programas que faciliten el acceso a la educación preescolar, especialmente en sectores vulnerables.
- Flexibilización de horarios: Ofrecer jornadas adaptadas a las necesidades de las familias, facilitando la conciliación laboral y familiar.
- Fortalecimiento institucional: Mejorar la calidad y cobertura de los establecimientos de educación parvularia, asegurando espacios seguros y estimulantes para los niños.